jueves, 29 de septiembre de 2016

LA SIEMBRA DEL PIPIRIGALLO Y DEL ALFAZ

Unos cultivos que en el Jiloca han tenido mucha importancia en el pasado han sido la alfalfa y esparceta, conocidos aquí como alfaz y pipirigallo, respectivamente. Estas plantas, que crecen bien en terrenos pobres y en climas secos, proporcionan un forraje de gran calidad al ganado, además de tener un gran valor medio ambiental. En nuestra zona suelen sembrarse al final de primavera, cuando no hay riesgo de que las heladas dañen a las pequeñas plantas.
Por eso, tras delimitar dos parcelas con estacas y cuerdas, a finales de mayo se realizó la siembra de ambos cultivos. Para el caso del pipirigallo utilizamos simiente (fruto, en realidad, que contiene una única de semilla de tipo legumbre) que nos trajo Miguel Ángel García, de Villanueva del Rebollar. 


La plantaron algunas alumnas (y un alumno, que no me olvido Jorge) de 2º de Bachillerato. Fue la última “huella positiva”, como diría Fernando, de su paso por el Instituto.


Las semillas de alfaz tuvimos que comprarlas. Son unas legumbres diminutas que las tuvimos que mezclar con arena para distribuirlas por igual en la parcela. Como en el caso anterior, se fueron repartiendo sobre el terreno y después se le pasó el rastrillo para cubrirlas. Esta tarea la hicieron alumnos de 1º ESO en una mañana muy calurosa.


Al terminar, los alumnos de 1º de Formación Profesional Básica nos invitaron a unas galletas de chocolate que acababan de preparar y que estaban riquísimas, y a un gran vaso de agua, bueno a varios.


Como durante junio prácticamente no llovió casi nada, para facilitar la germinación, tuvimos que regar ambas parcelas con el aspersor. 

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